Esto contrasta con los dispositivos más antiguos o aquellos con interfaces menos comunes que podrían requerir la instalación de controladores específicos de un CD o descargarlos desde el sitio web del fabricante antes de que se vuelvan funcionales. Si bien la mayoría de los discos duros externos modernos son enchufar y jugar, algunas unidades más antiguas o especializadas aún pueden requerir pasos adicionales.