1. Velocidad: Los SSD son significativamente más rápidos que los HDD en las operaciones de lectura y escritura. Esto da como resultado tiempos de arranque más rápidos, una carga de aplicación más rápida y un rendimiento general del sistema más agudo. Esto se debe a que los SSD usan memoria flash que permite un acceso casi instantáneo a los datos, a diferencia de los HDD que se basan en piezas móviles para ubicar y leer datos.
2. Durabilidad: Los SSD son mucho más duraderos y resistentes al choque físico y la vibración que los HDD. Debido a que no tienen partes móviles, son menos susceptibles al daño por gotas o golpes. Esto los convierte en una solución de almacenamiento más confiable, especialmente para dispositivos portátiles.