* El sistema se congela o se bloquea: La computadora no responde y requiere un reinicio duro. Este es un síntoma muy general, pero una CPU fallida ciertamente puede causarla.
* Rendimiento lento: Las aplicaciones se ejecutan significativamente más lentas de lo esperado, incluso en las tareas que normalmente manejan fácilmente. Esto podría deberse a un sobrecalentamiento, degradación o un componente fallido.
* Pantallas de muerte azules frecuentes (BSODS): Windows (y otros sistemas operativos) muestran mensajes de error, a menudo con códigos de error, lo que indica un bloqueo del sistema. Varios BSOD pueden estar relacionados con problemas de CPU.
* Inestabilidad del sistema: Se producen errores aleatorios, fallas o comportamientos inesperados. Este es un síntoma no específico, pero puede surgir de problemas de CPU.
* sobrecalentamiento: La CPU funciona excesivamente caliente, lo que potencialmente conduce al estrangulamiento térmico (reduciendo el rendimiento para evitar daños) o incluso daños permanentes.
* reinicia inesperado: La computadora se reinicia inesperadamente sin previo aviso.
* Artifactos en la pantalla: Glantos o distorsiones visuales en la pantalla, aunque esto se asocia más comúnmente con la GPU, * puede * a veces apuntar a un problema de CPU si está vinculado a un problema de memoria.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas también pueden ser causados por otros problemas de hardware o software. El diagnóstico adecuado es crucial para identificar el problema exacto.