* Costo: Las supercomputadoras son increíblemente costosas de comprar, mantener y el personal. Seis servidores, especialmente si los modelos estándar, son significativamente más baratos por adelantado y tienen costos operativos en curso más bajos.
* Escalabilidad y flexibilidad: Agregar más servidores es más fácil y más barato que actualizar una supercomputadora. A medida que crecen las necesidades del banco, pueden agregar servidores incrementales, evitando una actualización potencialmente masiva y disruptiva. También pueden dedicar servidores específicos a tareas específicas (por ejemplo, uno para bases de datos, uno para procesamiento de transacciones, uno para seguridad), mejorar el rendimiento y la resistencia. Una supercomputadora es menos flexible a este respecto.
* Redundancia y tolerancia a fallas: Tener múltiples servidores permite redundancia. Si un servidor falla, los otros pueden continuar funcionando, minimizando el tiempo de inactividad y la pérdida de datos. Si bien las supercomputadoras pueden tener características de redundancia, a menudo son más complejas y costosas de implementar.
* Software y compatibilidad especializados: Las supercomputadoras a menudo requieren software y experiencia especializados, que pueden no estar disponibles o rentables para un banco regional. Los servidores estándar son más compatibles con el software bancario de uso común y requieren un conocimiento menos especializado para administrar.
* Consumo de energía y enfriamiento: Las supercomputadoras consumen grandes cantidades de energía y requieren sistemas de enfriamiento especializados, aumentando los costos operativos y potencialmente afectando la huella ambiental del banco. Múltiples servidores son generalmente más eficientes en energía por unidad de potencia de procesamiento.
* Seguridad: Distribuir datos en múltiples servidores puede mejorar la seguridad. Si un servidor está comprometido, todo el sistema no está necesariamente en riesgo. Esto es particularmente relevante para un banco que trata con datos financieros confidenciales.
En resumen, si bien una supercomputadora puede ofrecer un rendimiento máximo, los problemas de costo, complejidad y flexibilidad lo convierten en una opción menos práctica para un banco regional en comparación con una arquitectura de servidor distribuido. El banco prioriza la rentabilidad, la escalabilidad, la confiabilidad y la gestión sobre la potencia de procesamiento sin procesar.