* Resolución de impresión (DPI): El DPI más alto (puntos por pulgada) significa que se necesitan más gotas de tinta para crear la imagen, lo que resulta en velocidades de impresión más lentas. Impresiones DPI inferiores más rápido.
* Configuración de calidad de impresión: Configuraciones como "borrador", "normal" y "alta calidad" impactan directamente la velocidad. El modo de borrador es más rápido porque usa menos tinta y menos gotas.
* Imprimir complejidad laboral: Una página con muchos gráficos, fotos o texto llevará más tiempo imprimir que una página con solo unas pocas palabras.
* Niveles de cartucho de tinta: La tinta baja a veces puede ralentizar la impresora, ya que puede necesitar compensar la escasez de tinta.
* Configuración del controlador de la impresora: La configuración de conductor incorrecta o obsoleta puede afectar la velocidad.
* Velocidad y memoria del procesador (RAM) de la impresora: Al igual que una computadora, un procesador más rápido y más RAM permiten que la impresora procese los trabajos de impresión más rápidamente.
* Tipo de tinta y papel: Ciertas tintas y tipos de papel pueden requerir diferentes tiempos de secado, afectando la velocidad general. El papel más pesado a menudo ralentiza la impresión hacia abajo.
* Conectividad de red (para impresoras de red): La latencia o la congestión de la red pueden afectar la velocidad de impresión, particularmente para archivos grandes.
* Condición del cabezal de impresión: Un cabezal de impresión obstruido o dañado puede reducir significativamente la velocidad de la impresora y la calidad de salida.
En resumen, la velocidad es una compensación entre calidad y tiempo. Una calidad más alta generalmente significa velocidades más lentas.