* manchas y huellas digitales: La razón más obvia. Los aceites y la suciedad de los dedos dejan marcas visibles en la pantalla, disminuyendo la experiencia de visualización. Estos son más difíciles de limpiar que en otras superficies.
* Electricidad estática: Tocar la pantalla puede transferir electricidad estática, lo que puede provocar daños menores con el tiempo o incluso causar una falla de pantalla temporal. Esto es más preocupante con las tecnologías más antiguas, pero sigue siendo una posibilidad.
* arañazos: Si bien los monitores modernos de pantalla plana son relativamente duraderos, el toque contundente repetido o el uso de una uña afilada aún pueden rascar la delicada superficie de la pantalla.
* Daño de la pantalla (aunque raro): En casos muy raros, la fuerza suficiente aplicada a un punto particular podría dañar el panel LCD o OLED subyacente. Esto es poco probable con el toque informal, pero no se recomienda presionar duro o hurgar en puntos específicos.
En resumen, si bien un toque ligero no arruinará instantáneamente el monitor, tocarlo constantemente con los dedos conducirá a manchas antiestéticas y aumenta el riesgo de daños menores con el tiempo. El uso de un paño de microfibra siempre es la forma recomendada de limpiar o interactuar con una pantalla.