1. Procesamiento de CPU: La CPU realiza datos de cálculos y procesos. Puede ser cualquier cosa, desde ejecutar aplicaciones hasta manipular imágenes y videos.
2. Procesamiento de GPU: La GPU recibe instrucciones de la CPU y se hace cargo de las tareas computacionalmente pesadas, como representar gráficos, procesamiento de video y cálculos complejos.
3. Generación de imágenes: La GPU genera un marco de la imagen que el monitor necesita mostrar. Este marco es una colección de píxeles, cada uno con información de color.
4. Transmisión de señal: La GPU envía el marco generado al monitor a través de una señal digital (como HDMI o DisplayPort) o una señal analógica (como VGA).
5. Pantalla: El monitor recibe la señal, la interpreta e ilumina los píxeles en su pantalla para mostrar la imagen renderizada.
En esencia, el monitor es simplemente un dispositivo de visualización que recibe e interpreta la salida final de la GPU. No participa activamente en el procesamiento o cálculos de datos.
Aquí hay una analogía:
Imagine la CPU como una chef que prepara una comida, la GPU como una cocinera hábil que toma los ingredientes crudos y prepara el plato, y el monitor como un plato que recibe el plato terminado para su presentación. El monitor no influye en el proceso de cocción; Solo muestra el producto final.
Nota importante: Si bien el monitor recibe principalmente datos de la GPU, algunos monitores tienen funciones incorporadas que interactúan directamente con la CPU para tareas como ajustar el brillo de la pantalla, la calibración de color o la gestión de la velocidad de actualización. Sin embargo, estas funciones tienen un alcance limitado y no influyen directamente en la visualización de datos procesados de la CPU misma.