Los procesadores Pentium 4 fueron introducidos por Intel en 2000 y descontinuados en 2008. Eran procesadores de escritorio de alto rendimiento conocidos por sus altas velocidades de reloj, pero también consumían mucha energía y funcionaban bastante. Las computadoras portátiles generalmente están diseñadas para ser portátiles y energéticamente eficientes, por lo que el uso de un procesador que consume mucha energía como el Pentium 4 afectaría significativamente la duración de la batería y la eficiencia general del sistema.
De manera similar, los procesadores AMD FX se introdujeron en 2011 y se discontinuaron en 2017. Eran procesadores de escritorio de alto rendimiento conocidos por su arquitectura multinúcleo y su buen rendimiento general. Sin embargo, al igual que los procesadores Pentium 4, los procesadores AMD FX también consumían energía relativamente alta y generaban mucho calor. Esto los hacía inadecuados para su uso en portátiles, donde el espacio y la eficiencia energética son consideraciones cruciales.
Las computadoras portátiles modernas suelen utilizar procesadores de bajo consumo y eficiencia energética diseñados específicamente para uso móvil, como los procesadores Intel Core i3, i5 e i7 o los procesadores AMD Ryzen Mobile. Estos procesadores ofrecen un buen equilibrio entre rendimiento, eficiencia energética y disipación de calor, lo que los hace más adecuados para su uso en dispositivos portátiles como portátiles.