Una resolución más alta significa más píxeles, lo que resulta en una imagen más nítida y más detallada. Más píxeles abarrotados en el mismo tamaño de pantalla significan que cada píxel es más pequeño, lo que lleva a detalles más finos y menos "pixelación". Por el contrario, la resolución más baja significa menos píxeles, lo que lleva a una imagen más gruesa y menos detallada con píxeles más grandes y más notables.