* coincidencia de velocidad: Si un remitente transmite datos más rápido que un receptor puede procesarlo, el búfer actúa como un área de retención temporal. El remitente puede continuar transmitiendo sin esperar a que el receptor se ponga al día. Del mismo modo, si un receptor procesa datos más rápido que un remitente, el búfer puede almacenar datos entrantes hasta que el receptor esté listo.
* Control de flujo: Los búferes ayudan a administrar el flujo de datos para evitar la pérdida de datos o el desbordamiento. Si un búfer está lleno, se puede indicar que el remitente deje de transmitir hasta que el espacio esté disponible en el búfer. Esto evita que el remitente abrume el receptor.
* Manejo de errores: Si se producen errores durante la transmisión, es posible que deba retransmitir los datos. Los buffers proporcionan un lugar de almacenamiento temporal para los datos, lo que permite la retransmisión sin perder los datos ya recibidos.
* Transformación de datos: Los búferes también se pueden usar para almacenar datos temporalmente mientras se convierten de un formato a otro (por ejemplo, convertir entre diferentes codificaciones de caracteres).
Esencialmente, los búferes actúan como un amortiguador o intermediario, suavizando las discrepancias en la velocidad y el tiempo entre fuentes de datos y destinos, lo que hace que la comunicación de datos sea más confiable y eficiente.