Seguridad y seguridad:
* reputación de origen: ¿El software es un desarrollador o empresa conocido y de buena reputación? ¿Hay muchas revisiones positivas de fuentes confiables? ¿Tienen una política de privacidad clara?
* Reseñas de seguridad: ¿Se ha escaneado el software para malware o virus por compañías de seguridad de buena reputación (por ejemplo, Virustotal)? ¿Hay alguna vulnerabilidad o hazañas conocidas asociadas con él?
* Permisos solicitados: ¿El software solicita permisos excesivos o sospechosos? ¿El nivel de acceso solicitado se alinea con su funcionalidad establecida?
* Firmas digitales: ¿El software viene con una firma digital que verifica su autenticidad e integridad?
Funcionalidad y usabilidad:
* Propósito y características: ¿El software satisface mis necesidades y expectativas? ¿Ofrece las características que necesito?
* Compatibilidad: ¿El software es compatible con mi sistema operativo, hardware y otro software?
* Reseñas de los usuarios: ¿Qué dicen otros usuarios sobre el rendimiento, la usabilidad y la estabilidad del software? ¿Las revisiones parecen genuinas e imparciales?
* Requisitos del sistema: ¿Mi sistema cumple con los requisitos mínimos y recomendados del sistema especificados por el desarrollador?
Consideraciones legales y éticas:
* Licencia: ¿El software tiene licencia adecuada? ¿Entiendo los términos del acuerdo de licencia? ¿Es gratuito, de código abierto o comercial?
* Política de privacidad: ¿Qué datos recopilan el software? ¿Cómo se utilizarán y protegerán esos datos? ¿La política de privacidad se alinea con mi nivel de comodidad?
Otros factores:
* Historial de actualización: ¿Se ha actualizado recientemente el software? Las actualizaciones frecuentes a menudo indican mejoras continuas de mantenimiento y seguridad.
* Disponibilidad de soporte: ¿Hay soporte o documentación fácilmente disponible si encuentro problemas?
* Comunidad: ¿Existe una comunidad activa y útil en torno al software?
Esencialmente, sopesaría los beneficios potenciales contra los riesgos potenciales antes de decidir "descargar" (o, en mi caso, simular la descarga) cualquier software. La importancia relativa de cada factor dependería del software específico y su propósito previsto.