* Mejore el rendimiento del sistema: Los ejemplos incluyen desfragmentadores de disco, limpiadores de registro (para ventanas) y monitores de sistema. Estos ayudan a optimizar la eficiencia del sistema operativo.
* Administrar recursos del sistema: Los servicios públicos como analizadores de espacio en disco, gerentes de tareas y monitores de recursos ayudan a los usuarios a comprender y controlar cómo su computadora está utilizando sus recursos (CPU, memoria, espacio en disco, etc.).
* Mantener la salud del sistema: Programas como el software antivirus, los escáneres de malware y los servicios públicos de respaldo aseguran la seguridad y la integridad de los datos del sistema.
* Realizar tareas especializadas: Estos incluyen editores de imágenes (como GIMP o ImageMagick), editores de texto (como Notepad ++ o VIM), compresores de archivos (como 7-ZIP) y convertidores de archivos. Si bien algunas de estas podrían tener más características que otras, a menudo todavía se consideran utilidades cuando su función central está bastante aislada.
* Simplifique las operaciones complejas: Las utilidades pueden optimizar tareas complejas, lo que hace que se realicen más fáciles para los usuarios que si tuvieran que hacerlo manualmente o a través de una aplicación más compleja. Por ejemplo, un Renamer de archivos a granel simplifica renombrar muchos archivos a la vez.
En esencia, los programas de utilidad independientes son las * herramientas * del sistema informático, proporcionando funcionalidad que admite las aplicaciones más grandes y el sistema operativo en sí. Ofrecen funcionalidad enfocada y, a menudo, proporcionan una interfaz de usuario más simple que las aplicaciones más completas.