* bases de datos: Bases de datos relacionales (como MySQL, PostgreSQL, Oracle), bases de datos NoSQL (como MongoDB, Cassandra) o bases de datos basadas en la nube (como AWS Dynamodb, Google Cloud Firestore). Este es el tipo más común de conexión de datos.
* Hojas de cálculo: Archivos como Excel (.XLSX), Hojas de Google o LibreOffice Calc.
* Archivos de texto: Archivos de texto sin formato (.txt, .csv) u otros archivos delimitados.
* API (interfaces de programación de aplicaciones): Estos permiten que los programas interactúen con los servicios web y otras aplicaciones para recuperar datos. Por ejemplo, conectarse a una API de redes sociales para obtener datos de usuario o conectarse a una API meteorológica para obtener las condiciones actuales.
* Almacenamiento en la nube: Servicios como AWS S3, Azure Blob Storage o Google Cloud Storage.
* Otras aplicaciones: Conectarse a otra aplicación de software para acceder a sus datos, como un sistema CRM o ERP.
La conexión en sí implica detalles específicos como:
* Cadena de conexión: Una cadena de caracteres que contienen toda la información necesaria para establecer una conexión (por ejemplo, dirección del servidor, nombre de la base de datos, nombre de usuario, contraseña).
* controladores/ODBC: Software que actúa como intermediario entre la aplicación y la fuente de datos, lo que permite la comunicación y la transferencia de datos. ODBC (Conectividad de base de datos abierta) es un estándar común para esto.
* Protocolos: El conjunto de reglas que rigen cómo se transmiten los datos (por ejemplo, TCP/IP, HTTP).
* Autenticación: Métodos utilizados para verificar la identidad del usuario o aplicación que intenta acceder a los datos (por ejemplo, nombre de usuario/contraseña, claves API).
En esencia, una conexión de datos es el puente que le permite mover datos de su fuente a donde se necesita para el análisis, el procesamiento o la pantalla. Los detalles de la conexión dependen del tipo de fuente de datos y de la aplicación que lo usa.