* Mover archivos a una ubicación diferente: Los archivos originales se mueven a una ubicación de almacenamiento con menos frecuencia (por ejemplo, una unidad menos desempeñada o nivel de almacenamiento en la nube), pero permanecen intactos.
* Cambiar los permisos de archivo: El acceso a los archivos está restringido, evitando la modificación o eliminación accidental, pero no los elimina permanentemente.
* Archivos de marcado como se archivó: Se establece un indicador de metadatos en los archivos que indican que están archivados, lo que permite que el software los trate de manera diferente (por ejemplo, excluya de las copias de seguridad, no incluye en las búsquedas, etc.).
* Creación de enlaces simbólicos o atajos: Estos apuntan a los archivos originales, pero pueden organizarse de una manera que los separa lógicamente de los datos activos.
* Uso de sistemas de control de versiones (como git) para ramificarse o etiquetar: Esto técnicamente no elimina los archivos originales, pero proporciona un mecanismo para acceder fácilmente a las versiones más antiguas mientras continúa trabajando en las últimas versiones.
A diferencia de un *archivo duro *, que elimina o elimina permanentemente los datos originales (a menudo después de copiarlos a una ubicación de almacenamiento de archivo), un archivo suave conserva los datos originales, lo que hace que sea potencialmente más fácil recuperarse si es necesario. Sin embargo, esto también significa que el archivo suave no necesariamente ahorra espacio de almacenamiento de la misma manera que lo haría un archivo duro. Se trata más de gestionar la accesibilidad y la organización que de eliminar físicamente los datos.