1. Recibir: Este es el aspecto fisiológico de la audición. Implica las orejas del oyente recogiendo las ondas de sonido producidas por el altavoz. Esta etapa se ve afectada por factores como la agudeza auditiva del oyente y el nivel de ruido del medio ambiente.
2. Entendimiento: Esto implica decodificar el mensaje. Incluye interpretar el significado de las palabras, oraciones y señales no verbales (lenguaje corporal, tono de voz). Esta etapa requiere que el oyente procese la información y la relacione con su conocimiento existente.
3. Recordando: Esta etapa se centra en retener la información recibida. Implica trabajar activamente para almacenar la información en la memoria para una recuperación posterior. Las técnicas de memoria efectivas y las habilidades cognitivas del oyente influyen en esta etapa.
4. Respondiendo: Esta etapa implica proporcionar retroalimentación al altavoz, ya sea verbal o no verbalmente. Puede incluir hacer preguntas aclaratorias, resumir los puntos del orador o expresar acuerdo o desacuerdo. Esto muestra al orador que el oyente participó activamente en el proceso.
Es importante tener en cuenta que estas etapas están interconectadas y no siempre lineales. Un oyente puede saltar de un lado a otro entre etapas, por ejemplo, hacer una pregunta aclaratoria (responder) para ayudar a su comprensión.