* Calidad de impresión: La resolución, medida en píxeles por pulgada (PPI) o puntos por pulgada (DPI), afecta directamente la nitidez y la claridad de una imagen impresa. La baja resolución dará como resultado una impresión borrosa y pixelada, independientemente del tamaño de la imagen en pulgadas. Para la impresión, generalmente necesita una resolución mucho más alta (por ejemplo, 300 ppi) que para la web (por ejemplo, 72 PPI).
* Imagen Upscaling/Downscaling: Cambiar la resolución puede afectar significativamente la calidad de la imagen. El aumento de la resolución (elevación) a menudo conduce a una pérdida de nitidez y detalle; Si bien disminuirlo (reducción de escala) puede dar como resultado un tamaño de archivo más pequeño, pero aún puede afectar la calidad, según la resolución original.
* Tamaño del archivo: Las imágenes de mayor resolución tienen tamaños de archivo más grandes. Comprender la resolución requerida ayuda a administrar los tamaños de los archivos de manera eficiente, especialmente para uso o almacenamiento en línea.
* Exportación de diferentes medios: Los diferentes métodos de salida tienen diferentes requisitos de resolución. Las imágenes web generalmente necesitan una resolución más baja para tiempos de carga más rápidos, mientras que la impresión requiere una resolución mucho más alta para detalles nítidos.
* Evitar la pixelación: Las imágenes de baja resolución pueden aparecer pixeladas cuando se ven en tamaños más grandes o se acercan, lo cual no es deseable en la mayoría de las aplicaciones.
En resumen, descuidar la resolución en Photoshop puede conducir a resultados decepcionantes, especialmente para materiales impresos. Elija siempre una resolución apropiada basada en el uso previsto de la imagen. Conocer su destino final de salida (web, impresión, etc.) y comprender los requisitos de resolución de ese destino es crucial.