* Complejidad y costo: Diseñar, construir y mantener una computadora híbrida es significativamente más complejo y costoso que un sistema puramente analógico o digital. Esta complejidad surge de la necesidad de interactuar dos paradigmas informáticos fundamentalmente diferentes, que requieren hardware y software especializados. El costo más alto a menudo supera los beneficios para muchas aplicaciones.
* dificultades en la programación y depuración: La programación de una computadora híbrida requiere experiencia en técnicas de programación analógica y digital. La depuración puede ser excepcionalmente desafiante ya que los errores pueden originarse en los componentes analógicos o digitales, y su interacción puede ser impredecible. La falta de herramientas estandarizadas complica aún más el proceso.
* Aplicabilidad limitada: Las computadoras híbridas no son universalmente aplicables. Sus fortalezas se encuentran en áreas de nicho específicas donde la combinación de procesamiento continuo y discreto es realmente beneficioso. Para muchas aplicaciones, un enfoque puramente digital o analógico resulta más eficiente y rentable.
* Limitaciones de precisión: Si bien ofrece algunas ventajas en contextos específicos, los sistemas híbridos aún pueden sufrir limitaciones de precisión. Los componentes analógicos son inherentemente susceptibles al ruido y la deriva, lo que lleva a inexactitudes en los cálculos. Se necesitan una calibración y un diseño cuidadosos para mitigar esto, lo que aumenta aún más a la complejidad y el costo.
* Desafíos de mantenimiento: Mantener un sistema híbrido requiere conocimientos y habilidades especializadas en electrónica analógica y digital. Encontrar técnicos con experiencia en ambas áreas puede ser difícil, aumentando los costos de mantenimiento y el tiempo de inactividad.
* obsolescencia tecnológica: La tecnología que sustenta las computadoras híbridas es relativamente madura y menos desarrollada activamente que los sistemas puramente digitales. Esto puede conducir a dificultades para obtener repuestos o actualizar el sistema. El dominio de la informática digital ha llevado a una disminución en el soporte y la experiencia para los componentes analógicos.
En resumen, las desventajas se derivan en gran medida de los desafíos inherentes de integrar dos tecnologías dispares. Si bien ofrecen ventajas específicas en un número limitado de aplicaciones, estas ventajas son frecuentemente superadas por las demandas de mayor costo, complejidad y mantenimiento.