* Prácticas anticompetitivas: Esta es posiblemente la acusación más significativa y recurrente. Microsoft ha sido acusado de utilizar su dominio en el mercado del sistema operativo para sofocar la competencia, por ejemplo, mediante la agrupación de su navegador de Internet Explorer con Windows, lo que dificulta que los competidores como Netscape Navigator ganen tracción. Esto condujo a demandas antimonopolio significativas en los Estados Unidos y Europa.
* Tácticas de monopolización: En relación con las prácticas anticompetitivas, las acusaciones incluyen aprovechar su energía de mercado para obligar a los fabricantes de hardware y desarrolladores de software a usar o favorecer exclusivamente los productos de Microsoft, limitando la elección e innovación del consumidor.
* Preocupaciones de privacidad: La recopilación y el uso de datos del usuario de Microsoft han sido una fuente de preocupación continua. Se han planteado preguntas sobre el alcance de la recopilación de datos, su uso para la publicidad dirigida y la transparencia de sus políticas de privacidad.
* Prácticas laborales: Microsoft, como muchas grandes empresas tecnológicas, ha enfrentado críticas con respecto a sus prácticas laborales, incluidas las acusaciones de salario inadecuado, malas condiciones de trabajo y problemas con la diversidad y la inclusión.
* Evitación de impuestos: Al igual que muchas corporaciones multinacionales, Microsoft ha sido acusado de emplear estrategias agresivas de evasión fiscal para minimizar su carga fiscal en varios países.
Es crucial recordar que estas son acusaciones y acusaciones, y no todas han resultado en violaciones legales comprobadas. Microsoft también ha tomado medidas para abordar algunas de estas preocupaciones, como invertir en iniciativas de diversidad y hacer cambios en sus políticas de privacidad. Sin embargo, las acusaciones persisten y reflejan debates en curso sobre las responsabilidades éticas de las grandes empresas de tecnología. Es un problema complejo con muchas perspectivas e interpretaciones.