La forma de una declaración de apertura varía según el tipo de documento. Podría ser:
* Un resumen abstracto o ejecutivo: Para documentos más largos y complejos, esto resume concisamente los hallazgos o argumentos clave.
* Una introducción: Esto es más común en documentos académicos, informes y ensayos, proporcionando información de antecedentes y describiendo la estructura del documento.
* un prefacio o prólogo: A menudo se encuentran en los libros, estos proporcionan contexto o comentarios personales del autor u otra persona relevante.
* Una bienvenida o saludo: En documentos menos formales como cartas o correos electrónicos, esto establece un tono amigable y accesible.
* Una declaración de propósito: Establece directa y claramente el objetivo u objetivo del documento.
Independientemente de la forma específica, una fuerte declaración de apertura debería ser:
* Conciso y claro: Llegue al punto rápidamente y evite la jerga innecesaria.
* Compromiso: Capture el interés del lector y haga que quieran seguir leyendo.
* Informativo: Indique claramente el propósito del documento y los temas principales.
* relevante: Proporcionar antecedentes o contexto necesarios.
Esencialmente, la declaración de apertura es la primera impresión que hace el documento, lo que lo hace crucial para su efectividad general.