Almacenamiento:
* Almacenamiento en la nube: Esto es cada vez más común, utilizando servidores remotos propiedad y mantenidos por compañías como Amazon (AWS), Google (Google Cloud), Microsoft (Azure), etc. Los datos se pueden almacenar en centros de datos masivos en todo el mundo.
* Almacenamiento local: Las empresas e individuos pueden almacenar datos en sus propios servidores o dispositivos de almacenamiento ubicados en sus edificios físicos. Esto incluye discos duros, SSD, dispositivos NAS y SANS.
* Dispositivos de computación de borde: Los datos se almacenan y procesan más cerca de su fuente (por ejemplo, sensores en una fábrica, cámaras en un sistema de seguridad). Esto reduce los requisitos de latencia y ancho de banda.
* Dispositivos personales: Las computadoras, los teléfonos inteligentes y las tabletas almacenan cantidades significativas de datos localmente.
* Medios de almacenamiento externos: Las unidades USB, las tarjetas SD y los discos duros externos ofrecen opciones de almacenamiento portátiles.
Procesamiento:
* Plataformas de computación en la nube: Los mismos proveedores de la nube mencionados anteriormente también ofrecen recursos informáticos (máquinas virtuales, funciones sin servidor) para procesar datos.
* servidores locales: Las empresas pueden usar sus propios servidores y software para procesar datos.
* Computadoras personales: El procesamiento de datos puede ocurrir en computadoras portátiles o escritorios individuales.
* Hardware especializado: Los grupos de computación de alto rendimiento (HPC), unidades de procesamiento de gráficos (GPU) y otro hardware especializado se utilizan para tareas computacionales exigentes como el aprendizaje automático y las simulaciones científicas.
* Sistemas integrados: Pequeñas computadoras especializadas integradas en dispositivos (por ejemplo, automóviles, electrodomésticos) procesan datos localmente.
* Dispositivos móviles: Los teléfonos inteligentes y las tabletas pueden procesar datos localmente, aunque a menudo confían en los servicios en la nube para tareas más intensivas.
En resumen, la ubicación del almacenamiento y el procesamiento de datos es muy variable y depende de factores como el costo, los requisitos de seguridad, las necesidades de rendimiento y el tipo de datos que se manejan. Una sola aplicación o sistema podría usar una combinación de estas ubicaciones.