* Un dominio de lo grotesco y lo sublime: El * Inferno * está lleno de representaciones horribles de los malditos y momentos de aterradora belleza y grandeza. El artista necesitaría equilibrar estos extremos de manera efectiva, evitando el mero sensacionalismo.
* Un fuerte sentido de narrativa y composición: El * infierno * se desarrolla como un viaje narrativo complejo. El artista necesitaría traducir las descripciones poéticas en escenas visuales convincentes, con una clara comprensión del ritmo y el flujo visual general.
* Una comprensión del lenguaje simbólico: El * infierno * es rico en simbolismo, alegoría e iconografía religiosa. El artista elegido tendría que traducir estos matices sutiles visualmente, profundizando el compromiso de la audiencia con el texto.
* Una voluntad de comprometerse con las técnicas contemporáneas mientras respeta las raíces clásicas del trabajo: Si bien Dante podría apreciar el realismo y el detalle de algunos artistas contemporáneos, también quisiera que el artista refleje la estética clásica y simbólica de la era medieval, tal vez a través de técnicas que recuerdan la intensidad emocional de los artistas anteriores.
Teniendo en cuenta estos criterios, un artista contemporáneo como Frank Auerbach (por sus pinceladas expresivas y su capacidad para capturar la emoción cruda) o tal vez un artista más conceptual como Anselm Kiefer (Por su capacidad para fusionar la historia, el mito y las imágenes potentes) podría ser opciones interesantes.
Sin embargo, para mantenerse más cerca de la sensibilidad artística del tiempo de Dante, una elección hipotética sería una versión "actualizada" brillante de Giotto di Bondone. Las figuras claras y poderosas de Giotto, las narraciones movedoras y la atención a la expresión emocional se traducen directamente en la visión de Dante. Un artista capaz de capturar la fuerza de Giotto, pero con la destreza técnica de un maestro contemporáneo, probablemente resuene mejor con Dante.
En última instancia, la elección es subjetiva, pero el énfasis estaría en un artista que podría dar vida a las palabras de Dante no solo literalmente, sino también espiritual y emocionalmente.