La EM es más común en determinadas regiones y entre determinadas poblaciones. Por ejemplo, es más común en países con clima del norte de Europa, como Suecia, Noruega y Escocia. La prevalencia de la EM también es mayor entre las mujeres que entre los hombres y entre las personas de ascendencia europea.
Se desconoce la causa exacta de la EM, pero se cree que está relacionada con una combinación de factores genéticos y ambientales. La disfunción y la inflamación del sistema inmunológico son componentes clave en el desarrollo de lesiones de EM en el cerebro y la médula espinal.
El diagnóstico de EM implica una combinación de evaluación clínica, exámenes neurológicos y técnicas de imagen como las resonancias magnéticas. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado pueden ayudar a controlar los síntomas y retardar la progresión de la EM.