Generalmente se prefiere un ciclo operativo más corto porque significa que la compañía administra eficientemente sus recursos y los convierte en efectivo rápidamente. Un ciclo más largo indica ineficiencias potenciales, como un inventario de movimiento lento, colecciones lentas de los clientes o tiempos de producción más largos.
El ciclo operativo generalmente incluye estas etapas:
* Compra de inventario: Esto implica adquirir materias primas o productos terminados necesarios para la venta.
* Conversión del inventario: Esto implica el tiempo necesario para procesar materias primas en productos terminados (si corresponde) y preparar los productos para la venta.
* Venta de inventario: Esta es la venta real de bienes a los clientes.
* Colección de efectivo: Este es el tiempo que lleva recibir el pago de los clientes después de la venta.
El ciclo operativo se calcula agregando el número de días de inventario a la mano (DOH) al número de días de ventas pendientes (DSO). Algunas definiciones también incluyen la cantidad de días de cuentas por pagar pendientes (DPO), que representa el tiempo necesario para pagar a los proveedores, lo que resulta en un *ciclo de conversión de efectivo *. El ciclo de conversión de efectivo muestra el tiempo neto que la compañía necesita para financiar sus operaciones. Un ciclo de conversión de efectivo más corto es más deseable.