En lugar de instalar numerosas actualizaciones individuales, la aplicación de un paquete de servicio es una forma más simplificada de actualizar su sistema. Normalmente incluye:
* corrige el error: Abordar problemas y vulnerabilidades conocidos.
* Mejoras de rendimiento: Optimización de la velocidad y estabilidad del sistema.
* Actualizaciones de seguridad: Patching de agujeros de seguridad que podrían ser explotados por malware.
* nuevas características (a veces): Si bien no siempre es el caso, algunos paquetes de servicio pueden agregar nuevas características o funcionalidades menores.
Sin embargo, los paquetes de servicio son en gran medida una cosa del pasado. Microsoft se alejó de este modelo con Windows 10 y Windows 11, reemplazándolos con un sistema de actualización más continuo y frecuente utilizando Windows Update. Estas actualizaciones se entregan regularmente y automáticamente (a menos que deshabilite específicamente las actualizaciones automáticas). Estas actualizaciones incluyen los mismos tipos de soluciones y mejoras previamente agrupadas en paquetes de servicio, pero se entregan en cuotas más pequeñas y más frecuentes.