* Usabilidad y experiencia de usuario: Las distribuciones de Linux, aunque variadas, a menudo requieren un mayor nivel de experiencia técnica que Windows o MacOS. La interfaz de usuario puede sentirse menos intuitiva para los recién llegados, y los problemas de solución de problemas pueden ser más desafiantes debido a la amplia gama de configuraciones de hardware y software. Esta mayor barrera de entrada disuade a los usuarios casuales.
* Disponibilidad de software: Si bien la disponibilidad de software para Linux ha mejorado drásticamente, todavía se queda atrás de Windows y MacOS, particularmente para juegos y algunas aplicaciones profesionales especializadas. Muchos títulos de software populares simplemente no tienen versiones de Linux, o las versiones de Linux pueden ser menos ricas en funciones o mal compatibles.
* Soporte del controlador de hardware: Si bien mejora, el soporte del controlador de hardware de Linux a veces puede ser menos integral que el de Windows. Esto puede conducir a problemas de compatibilidad, especialmente con hardware más nuevo o dispositivos especializados como impresoras y escáneres. Los controladores patentados a menudo son mejor admitidos en Windows.
* Fragmentación: El ecosistema de Linux está altamente fragmentado. Existen numerosas distribuciones (por ejemplo, Ubuntu, Fedora, Debian), cada una con su propio enfoque para el embalaje, los repositorios de software e interfaces de usuario. Esta fragmentación puede dificultar la brindación de un soporte constante y puede conducir a la confusión para los usuarios.
* Falta de marketing y reconocimiento de marca: Las distribuciones de Linux generalmente tienen un presupuesto de marketing y un reconocimiento de marca significativamente menor en comparación con jugadores establecidos como Microsoft y Apple. Esto limita su visibilidad y atrae al consumidor promedio.
* Soporte técnico: Si bien existe un amplio soporte comunitario para Linux, a menudo no está tan fácilmente disponible o estructurado como el soporte profesional ofrecido por Microsoft o Apple. Esta puede ser una barrera significativa para los usuarios que requieren asistencia rápida y confiable.
* Riesgo percibido: Algunos usuarios pueden percibir a Linux como menos estable o más propenso a las vulnerabilidades de seguridad que Windows o MacOS. Si bien esta percepción no es necesariamente precisa (Linux tiene una sólida reputación de seguridad), aún puede influir en las decisiones de adopción.
* inercia y hábito: La gran cantidad de usuarios de Windows crea un efecto de red significativo. Las empresas e individuos a menudo son reacios a cambiar a un nuevo sistema operativo debido a los costos e interrupciones involucradas en la migración de datos y aplicaciones.
Es importante tener en cuenta que Linux * es * ampliamente utilizado en áreas específicas, particularmente servidores, sistemas integrados, supercomputadoras y aplicaciones científicas/de ingeniería específicas. Sus fortalezas en estabilidad, seguridad y flexibilidad lo convierten en una opción popular en estos contextos. Sin embargo, los factores enumerados anteriormente explican su adopción de escritorio más amplia y limitada.