Si bien existen otras opciones como el cableado de cobre, la distancia las hace poco prácticas. El cableado de cobre experimenta una degradación significativa de la señal a la larga, lo que requiere repetidores que agregan complejidad y posibles vulnerabilidades de seguridad. Sin embargo, los cables de fibra óptica pueden transmitir datos a distancias mucho más largas con una pérdida de señal mínima y son menos susceptibles a la interferencia electromagnética (EMI), lo que los convierte en una opción mucho más segura y confiable para este escenario. Además, los enlaces de fibra óptica son inherentemente más seguros contra la espía que el cobre.