* Costos de infraestructura: Configurar y mantener una red WiFi requiere una inversión significativa en hardware como enrutadores, puntos de acceso, módems y cableado.
* Tarifas del proveedor de servicios de Internet (ISP): Las redes WiFi necesitan una conexión a Internet para funcionar. Las compañías que proporcionan estas tarifas de carga de conexión basadas en el uso del ancho de banda, los límites de transferencia de datos y los acuerdos de nivel de servicio.
* Mantenimiento y soporte: Asegurar que la red se ejecute sin problemas y abordar cualquier problema técnico requiere personal calificado y mantenimiento continuo, los cuales incurren en costos.
* Cobertura y ancho de banda: Proporcionar una cobertura más amplia y velocidades más rápidas requiere más equipo y tecnología más sofisticada, lo que aumenta los costos.
* Uso de datos: Muchos proveedores de WiFi cobran en función de la cantidad de datos transferidos a través de la red.
* Beneficio comercial: En última instancia, los proveedores de WiFi son empresas con el objetivo de obtener ganancias. Este margen de beneficio contribuye al precio general que pagan los clientes.