* Orientado a la conexión: TCP establece una conexión entre el remitente y el receptor antes de que comience la transmisión de datos, asegurando una ruta dedicada.
* Secuenciación: Los paquetes de datos están numerados secuencialmente, lo que permite que el receptor reordene los paquetes si llegan fuera de servicio.
* Reconocimiento: El receptor envía reconocimientos (ACK) al remitente para confirmar la recepción exitosa de los paquetes. Si no se recibe un ACK dentro de un tiempo determinado, el remitente retransmisa el paquete.
* Detección de errores: TCP utiliza suma de verificación para detectar errores en los datos transmitidos. Los paquetes corruptos se descartan y se retransmiten.
* Control de flujo: TCP regula la tasa de transmisión de datos para evitar que el remitente abrume el receptor. Esto asegura que los datos se transmitan a una velocidad que el receptor pueda manejar.
Si bien TCP proporciona una alta confiabilidad, es importante tener en cuenta que no es perfectamente confiable frente a las condiciones extremas de la red (por ejemplo, pérdida de paquetes sostenidos). Sin embargo, en comparación con UDP (protocolo de datagrama de usuario), ofrece una confiabilidad significativamente mayor.