1. Diferenciación de servicios múltiples en una sola dirección IP: Una sola dirección IP puede alojar múltiples aplicaciones o servicios (por ejemplo, un servidor web, un servidor de correo electrónico y un servidor de base de datos). Los números de puerto permiten que el sistema operativo distinga entre estos diferentes servicios que se ejecutan en la misma máquina. A cada servicio se le asigna un número de puerto único, lo que permite enrutar el tráfico de red entrante a la aplicación correcta. Sin números de puerto, distinguir entre estos servicios sería imposible, lo que conduce al caos.
2. Comunicación específica de la aplicación: Los números de puerto definen el tipo de comunicación esperada. Los números de puerto estándar (como el puerto 80 para HTTP y el puerto 443 para HTTPS) son bien conocidos y se entienden universalmente, lo que permite a los clientes conectarse fácilmente a la aplicación del servidor apropiada. Este enfoque estandarizado simplifica la configuración de la red y la interoperabilidad entre diferentes sistemas. Un cliente que sabe que debe usar el puerto 80 puede dirigir inmediatamente su solicitud al servidor web sin necesidad de una mayor negociación.