Separación de funciones:
* servidor DHCP: Asigna direcciones IP a dispositivos en la red. Es responsable de la configuración de la red.
* Servidor DNS: Traduce los nombres de dominio (como "Google.com") en direcciones IP. Es responsable de la resolución de nombres.
* Gateway: Actúa como un puente entre su red local e Internet. Reenvía el tráfico hacia y desde el mundo exterior.
Roles conflictivos:
Si los tres servicios estuvieran en la misma dirección IP, crearía confusión y posibles conflictos. Por ejemplo:
* solicitudes DHCP: Un cliente que intenta obtener una dirección IP se confundiría si debería hablar con el servidor DHCP o la puerta de enlace.
* consultas DNS: Un cliente que intenta resolver un nombre de dominio tendría el mismo problema.
Seguridad:
Tener diferentes direcciones IP para estos servicios proporciona un nivel de seguridad. Si un servicio está comprometido, es menos probable que afecte a los demás.
Las mejores prácticas:
* servidor DHCP: Idealmente, esto debería estar en un servidor separado para la confiabilidad y el rendimiento.
* Servidor DNS: Puede estar en el mismo servidor que el servidor DHCP o un servidor separado, dependiendo de sus necesidades.
* Gateway: Por lo general, la puerta de enlace es el enrutador en sí, y tiene su propia dirección IP dedicada.
Excepciones:
En pequeñas redes domésticas, es común que un solo dispositivo (a menudo el enrutador) maneje los tres roles. Sin embargo, a medida que su red crece y se vuelve más compleja, es mejor separar estos servicios para un rendimiento y seguridad óptimos.