* Requisitos funcionales: Lo que hace el producto/servicio/sistema *. Estos describen las capacidades y características específicas que debe poseer. Por ejemplo, "el software permitirá a los usuarios cargar imágenes" o "El widget debe soportar 100 libras de presión".
* Requisitos no funcionales: Qué tan bien el producto/servicio/sistema realiza sus funciones. Esto incluye aspectos como:
* Rendimiento: Velocidad, tiempo de respuesta, rendimiento.
* Seguridad: Protección contra el acceso no autorizado y las violaciones de datos.
* Usabilidad: Facilidad de uso y experiencia del usuario.
* Fiabilidad: Frecuencia y gravedad de fallas.
* escalabilidad: Capacidad para manejar la carga creciente.
* mantenimiento: Facilidad de reparación y modificación.
* Portabilidad: Capacidad para ejecutar en diferentes plataformas o entornos.
* Criterios de aceptación: Criterios específicos y medibles utilizados para determinar si el producto final cumple con los requisitos. Estos son a menudo comprobables y verificables.
* Especificaciones de diseño (a veces incluidas): Detalles sobre el funcionamiento interno y el diseño del producto o sistema. Esto puede incluir diagramas, algoritmos o descripciones técnicas detalladas.
Las especificaciones escritas son cruciales por varias razones:
* Comunicación clara: Proporciona una comprensión común entre las partes interesadas (desarrolladores, diseñadores, clientes, probadores).
* Errores reducidos: Minimiza malentendidos y evita un reelaboración costosa.
* Calidad mejorada: Asegura que el producto final cumpla con las expectativas definidas.
* Gestión efectiva: Permite una mejor planificación, seguimiento y control de proyectos.
* Protección legal: Sirve como un contrato entre las partes involucradas.
Existen diferentes tipos de especificaciones escritas, adaptadas a contextos específicos. Los ejemplos incluyen especificaciones de requisitos de software, especificaciones de hardware, especificaciones de adquisición y especificaciones de diseño. El formato y el contenido pueden variar, pero el propósito central sigue siendo el mismo:proporcionar una definición clara e inequívoca de lo que se requiere.