Un reinicio intenta un cierre limpio del sistema operativo y luego un reinicio. A veces, sin embargo, los problemas evitan un reinicio limpio:
* procesos congelados o no respondidos: Si un programa o proceso del sistema está completamente congelado, podría evitar que el sistema operativo se cierre correctamente. Un ciclo de potencia completo evita este proceso congelado, permitiendo un arranque nuevo.
* Problemas del conductor: Los controladores defectuosos o conflictivos pueden causar inestabilidad del sistema. Un reinicio a veces resuelve esto, pero un ciclo de potencia a menudo ofrece un reinicio más completo.
* Fugas de memoria: Algunos programas pueden tener fugas de memoria, acumulando la memoria no utilizada con el tiempo. Esto puede ralentizar el sistema o eventualmente conducir a accidentes. Reiniciar generalmente borra esta memoria, pero podría ser necesario un ciclo de potencia completa si la fuga es severa o relacionada con un problema del conductor.
* Archivos de sistema corruptos: Los archivos corruptos dentro del sistema operativo en sí pueden evitar un apagado limpio y reiniciar. Un ciclo de potencia es una forma más contundente de aclarar esto.
* sobrecalentamiento: Si su computadora se sobrecalienta y el sistema operativo no se apaga con gracia, es necesario un apagado duro (entonces encendido) para dejar que los componentes se enfríen antes de intentar un arranque normal.
En resumen, mientras que un reinicio * debería * ser suficiente en la mayoría de los casos, un ciclo de potencia completo actúa como un paso de solución de problemas más agresivo que supera algunos problemas que un reinicio simple no puede. Es un reinicio más contundente, esencialmente limpia la pizarra.