* cuota de mercado más pequeña: Un porcentaje menor del mercado informático general utiliza macOS en comparación con Windows. Esto hace que sea menos atractivo para los escritores de virus invertir tiempo y recursos en la creación de malware específicamente para macOS. El potencial retorno de la inversión es significativamente más bajo.
* Arquitectura diferente: MacOS y Windows operan con diferentes arquitecturas, y el malware a menudo requiere un código específico para explotar las vulnerabilidades dentro de un sistema operativo particular. El malware escrito para Windows generalmente no funcionará en una Mac.
* Gatekeeper: MACOS incluye una función de seguridad incorporada llamada Gatekeeper que restringe la instalación de aplicaciones de fuentes no confiables. Esto ayuda a evitar que los usuarios instalen accidentalmente software malicioso.
* App Store: La Mac App Store, aunque no es una solución perfecta, proporciona un entorno curado donde las aplicaciones se examinan (aunque no perfectamente) antes de estar disponibles para descargar, reduciendo el riesgo de instalar aplicaciones maliciosas.
* Sandboxing: Muchas aplicaciones se ejecutan en cajas de arena, aislándolas del resto del sistema y limitando el daño que pueden hacer si se ve comprometido.
Sin embargo, es crucial entender que Macs son * no * a prueba de virus. Si bien es menos común, el malware * existe * para macOS. Los usuarios aún pueden verse afectados a través de estafas de phishing, visitar sitios web maliciosos o descargar archivos infectados. Mantener buenas prácticas de seguridad, como actualizar regularmente el sistema operativo y el software, usar fuentes de software de buena reputación y ser cauteloso en línea, es esencial para los usuarios de Mac, al igual que para los usuarios de Windows.