* Daño de la pantalla: La luz intensa y enfocada de un láser, incluso una de baja potencia, puede dañar los píxeles de la pantalla con el tiempo. Esto podría conducir a puntos quemados o decoloración, particularmente si mantiene el láser en un lugar durante un período prolongado. OLED y otros tipos de pantalla más sensibles son más vulnerables que LCD.
* Componentes internos: Es menos probable, pero dependiendo de la potencia del láser y dónde golpea, podría dañar los componentes internos a través del calentamiento. Esto es más probable con los láseres de mayor potencia, que nunca deben apuntar a ningún dispositivo electrónico.
* Daño ocular: ¡Este es el mayor riesgo! Nunca apunte a un láser a tus ojos o al de otra persona. Las vigas láser, incluso las de baja potencia, pueden causar daños oculares graves.
En resumen, si bien no es un desastre garantizado, señalar un láser en una pantalla es innecesario y arriesgado. Es mejor evitar hacerlo por completo. El potencial de daño a la pantalla menor a moderado o, mucho más importante, la lesión ocular supera cualquier posible beneficio.