Hay varias razones por las cuales un virus podría ingresar a un estado latente:
* Evasión del sistema inmune: Al permanecer inactivo, el virus evita la detección del sistema inmunitario del huésped. Una vez que el sistema inmune se debilita, el virus puede reactivarse.
* Limitación de recursos: La célula huésped puede no tener los recursos necesarios para que el virus se replique de manera efectiva. La latencia permite que el virus conserve los recursos hasta que mejoren las condiciones.
* Factores de host específicos: Ciertas señales o condiciones celulares dentro de la célula huésped pueden activar o mantener la latencia.
Los ejemplos de virus conocidos por la latencia incluyen:
* virus del herpes simple (HSV): Causa llagas en frío y puede permanecer latente en las células nerviosas durante años, reactivando periódicamente.
* Virus Varicella-Zoster (VZV): Causa varicela y puede volverse latente, luego reactivando como tejas.
* Virus de inmunodeficiencia humana (VIH): Puede establecer un depósito latente de células infectadas, lo que hace que la erradicación sea desafiante.
* Virus Epstein-Barr (EBV): Puede permanecer latente en las células B y está vinculado a varios tipos de cáncer.
Es crucial entender que, aunque latente, el virus no está completamente erradicado. Su material genético persiste, y el potencial de reactivación siempre existe, a menudo desencadenado por el estrés, la enfermedad o un sistema inmune debilitado.