Por funcionalidad:
* Virus del sector de arranque: Se dirige al sector de arranque de un disco duro, lo que hace que sea imposible iniciar la computadora.
* virus de archivo: Infecta archivos ejecutables, difundiendo cuando se ejecuta el archivo.
* Virus macro: Se dirige a lenguajes de programación macro como Visual Basic, a menudo que se encuentran en los documentos de Microsoft Office.
* Trojan Horse: Se disfraza de un software legítimo, pero lleva una carga útil maliciosa.
* gusano: Se autorrefina y se extiende a través de conexiones de red, a menudo consumiendo el ancho de banda.
* Bomba lógica: Ejecuta código malicioso cuando se cumple una condición específica (por ejemplo, una fecha específica).
* ransomware: Cifra los datos del usuario y exige un rescate para el descifrado.
* spyware: Recopila datos del usuario sin permiso, como pulsaciones de teclas o historial de navegación.
* adware: Muestra anuncios no deseados.
* rootkit: Oculta su presencia y otorga acceso no autorizado al sistema.
Por método de propagación:
* Infección directa: Infecta archivos directamente, sin interacción del usuario.
* Propagación de red: Se extiende a través de conexiones de red.
* Ingeniería social: Se basa en la interacción del usuario, como abrir correos electrónicos infectados o hacer clic en enlaces maliciosos.
* Explotando vulnerabilidades: Aprovecha los agujeros de seguridad en software o sistemas operativos.
Más allá de estas categorías:
* virus polimórficos Cambie su código cada vez que infectan un archivo, lo que los hace más difíciles de detectar.
* virus de sigilo Intento de esconderse del software antivirus.
* virus multipartitos Infecte los sectores de arranque y los archivos.
Es importante recordar que las clasificaciones de virus evolucionan constantemente y que surgen nuevos tipos con frecuencia. La mejor manera de mantenerse a salvo es practicar una buena higiene cibernética, usar software antivirus actualizado y tener en cuenta las últimas amenazas.