* Disminución de la producción de glucosa en el hígado: Reduce la cantidad de glucosa que su hígado se libera en su torrente sanguíneo.
* Aumento de la sensibilidad a la insulina: Hace que las células de su cuerpo respondan más a la insulina, lo que les permite absorber mejor la glucosa de la sangre.
* desaceleración de la absorción de glucosa en los intestinos: Reduce la velocidad a la que se absorbe glucosa de los alimentos a su torrente sanguíneo.
La metformina es a menudo el tratamiento de primera línea para la diabetes tipo 2 porque generalmente es bien tolerado y efectivo. A veces también se usa fuera de etiqueta para otras condiciones, como el síndrome de ovario poliquístico (PCOS) y por sus beneficios potenciales en el control de peso y la salud cardiovascular. Sin embargo, su uso en estas condiciones está menos establecido y requiere la supervisión de un médico.
Es crucial recordar que metformina solo debe tomarse bajo la guía de un médico . Determinarán la dosis apropiada y monitorearán cualquier efecto secundario, que pueda incluir:
* Problemas gastrointestinales: Náuseas, diarrea, vómitos, dolor abdominal
* deficiencia de vitamina B12: El uso a largo plazo a veces puede interferir con la absorción B12.
* Acidosis láctica: Una complicación rara pero grave caracterizada por la acumulación de ácido láctico en la sangre. Es más probable que esto ocurra en individuos con problemas renales.
Antes de comenzar Metformina, es esencial discutir su historial médico, incluida la función renal, con su médico. Le ayudarán a determinar si la metformina es el medicamento adecuado para usted y cómo administrar posibles efectos secundarios.