* contención de recursos: Las aplicaciones del cliente y del servidor competirán por los mismos recursos:CPU, memoria, ancho de banda de red y E/S de disco. Si alguna aplicación es intensiva en recursos, la otra sufrirá. Por ejemplo, si el servidor maneja muchas solicitudes, la aplicación del cliente podría experimentar ralentizaciones o congelaciones. Por el contrario, una aplicación de cliente exigente podría obstaculizar la capacidad del servidor para responder rápidamente.
* Overhead del sistema operativo: El sistema operativo en sí necesita recursos para administrar los procesos del cliente y el servidor. Administrar la comunicación entre procesos y el cambio de contexto entre los dos agrega sobrecarga.
* bucleback de red: Si bien es técnicamente eficiente, la comunicación entre las aplicaciones del cliente y el servidor en la misma máquina todavía implica el procesamiento de la pila de red, a pesar de que es solo una conexión de bucle de bucle. Esto agrega una sobrecarga pequeña, pero notable, en comparación con los métodos de comunicación entre procesos directos que omiten la pila de red.
* Diseño de la aplicación: Las aplicaciones mal diseñadas pueden no manejar el doble papel de manera eficiente. Por ejemplo, si la aplicación del servidor no está optimizada para la multitarea, podría tener dificultades cuando el cliente exige recursos.
En resumen, aunque sea factible, la ejecución de un cliente y servidor en la misma máquina generalmente no se recomienda para entornos de producción o aplicaciones que requieren un alto rendimiento. La degradación del rendimiento puede variar desde desaceleraciones ligeramente notables hasta completar la inusabilidad, dependiendo de las aplicaciones y los recursos del sistema. Por lo general, es mejor separar los roles en diferentes máquinas para un mejor rendimiento, estabilidad y seguridad. Sin embargo, es perfectamente aceptable para pruebas o fines de desarrollo local simples.