* clientes groseros o desconsiderados: Este es un clásico. Abarca todo, desde exigir clientes hasta aquellos que son abiertamente irrespetuosos, impacientes o excesivamente críticos. Tratar sobre los derechos y la agresión injustificada es emocionalmente agotador.
* Expectativas poco realistas y demandas irrazonables: Los clientes a veces tienen expectativas poco realistas sobre la velocidad del servicio, la calidad de los alimentos o las modificaciones del menú. Tener que manejar constantemente estas expectativas mientras hace malabares con varias tablas puede ser extremadamente estresante.
* personal o apoyo insuficiente: Estar con poco personal conduce a tiempos de espera más largos, una mayor carga de trabajo y una menor calidad de servicio. La falta de apoyo de la gerencia o otros miembros del personal exacerba el problema.
* Tratando con tablas desordenadas o difíciles: Limpiar después de clientes excesivamente desordenados, lidiar con quejas sobre la calidad de los alimentos que no son culpa del servidor, o administrar dinámicas difíciles dentro de una gran parte puede ser increíblemente lento y frustrante.
* Problemas técnicos con el sistema POS u otra tecnología: Un sistema de punto de venta que funciona mal, los problemas de pedido en línea o los problemas con el sistema de pago pueden causar demoras e interrupciones importantes, lo que lleva a la frustración del cliente y ejerce presión adicional sobre el servidor.
* Falta de comunicación o gestión deficiente: La mala comunicación de la cocina, el bar o la administración puede crear caos y conducir a errores, lo que resulta en insatisfacción del cliente y estrés del servidor.
* bajos salarios y consejos: La inestabilidad financiera y la dependencia de los consejos pueden ser una fuente significativa de estrés y frustración, especialmente cuando se combina con clientes exigentes o una carga de trabajo pesada.
Es importante tener en cuenta que la experiencia más frustrante es subjetiva y varía mucho según la personalidad del servidor, el entorno de restaurantes y las circunstancias individuales. Sin embargo, el hilo común entre estas experiencias frustrantes es a menudo un sentimiento de impotencia y estar atrapado entre las demandas de los clientes y las limitaciones del sistema.