* Inercia histórica: Qwerty fue diseñado para mitigar los primeros problemas de intermediación mecánica mecánica. Si bien esos problemas son irrelevantes para los teclados modernos, el diseño se arraigó antes de que las alternativas tuvieran la oportunidad de ganar una tracción significativa. Millones de máquinas de escribir ya lo estaban usando, y el costo de transición a un nuevo diseño fue (y sigue siendo) enorme.
* Efectos de la red: La gran mayoría de las personas usan Qwerty. Esto significa que los teclados Qwerty están en todas partes, disponibles y el software está diseñado a su alrededor. Cambiar a Dvorak significa tener que volver a aprender a escribir, y potencialmente enfrentar problemas de compatibilidad con computadoras compartidas o terminales públicas. Los beneficios del cambio son personales, mientras que los costos están muy extendidos y afectan la interacción con otros.
* Curva de aprendizaje: Si bien los estudios muestran que Dvorak puede conducir a velocidades de escritura más rápidas después de una práctica suficiente, la curva de aprendizaje inicial es empinada. Esto desalienta la adopción generalizada, ya que el costo inicial (tiempo y esfuerzo) supera los beneficios percibidos para muchos.
* Falta de incentivo: No hay una razón convincente para que la mayoría de las personas cambien a Dvorak. Si bien las velocidades de escritura ligeramente más rápidas pueden ser alcanzables, la diferencia a menudo es marginal para los usuarios promedio y a menudo es insuficiente para justificar el esfuerzo requerido para aprender un nuevo diseño.
En resumen, la prevalencia de Qwerty es un testimonio de la dependencia de la ruta:su adopción temprana y los efectos de la red han hecho que sea increíblemente difícil para alternativas superiores como Dvorak desplazarla, a pesar de las posibles ventajas de esas alternativas. No se trata de ser un diseño * mejor *, sino que es el diseño * establecido *.