* Curva de aprendizaje: Este es el mayor obstáculo. Cambiar de una memoria muscular Qwerty arraigada de décadas es difícil y lento. Requiere una dedicación y práctica significativas para alcanzar velocidades de escritura comparables. La caída inicial en la velocidad puede ser frustrante.
* Soporte de software/hardware: Mientras mejora, Colemak todavía carece del apoyo generalizado que disfruta Qwerty. Encontrar diseños de colemak para aplicaciones específicas, sistemas operativos o hardware especializado (como algunos teclados de juego) puede ser un desafío. Es posible que deba configurar manualmente los diseños.
* Comunidad limitada: En comparación con Qwerty, la comunidad de Colemak es más pequeña. Encontrar asistencia o soluciones de solución de problemas puede ser más difícil.
* Costo social: Esta es una desventaja menos tangible. Si trabaja en un entorno con computadoras compartidas, cambiar a Colemak incomodará a los demás. Del mismo modo, la colaboración en proyectos que involucran teclados compartidos pueden ser problemáticos.
* Potencial de errores: Durante la fase de aprendizaje, las tasas de error inevitablemente serán más altas que con Qwerty, lo que puede afectar la productividad.
* No es una bala de plata para todos los problemas ergonómicos: Colemak aborda algunas preocupaciones ergonómicas, pero no las resuelve todas. La postura adecuada, la posición de la muñeca y otros factores siguen siendo cruciales para la tipificación ergonómica. No es una solución mágica que elimine por completo la tensión.
En resumen, las desventajas provienen principalmente del período de transición y la comunidad más pequeña en comparación con Qwerty. Los beneficios deben superar estos desafíos para que un individuo cambie con éxito y felizmente.