Los ratones ópticos son significativamente menos propensos a problemas de polvo que los ratones mecánicos. Los ratones mecánicos usan una bola y rodillos pequeños para rastrear el movimiento, y estos componentes pueden acumular polvo y desechos, interfiriendo con su función. Los ratones ópticos, por otro lado, usan un LED y un sensor para rastrear el movimiento en una superficie, lo que los hace mucho menos susceptibles a la acumulación de polvo.