* Precisión: Un agarre suave permite un control más preciso. Si se aprieta demasiado, su mano se tensará y tendrá menos control sobre el cursor.
* comodidad: Un agarre ligero reduce la fatiga de la mano, especialmente durante los largos períodos de uso de la computadora.
* Durabilidad: Agarrar el mouse demasiado bien puede poner estrés innecesario en los botones y la rueda de desplazamiento, lo que puede acortar su vida útil.
* ergonomía: El posicionamiento de la mano adecuado y un agarre suave contribuyen a la buena ergonomía, reduciendo el riesgo de lesiones de tensión repetitiva como el síndrome del túnel carpiano.
Piense en ello así: No apretarías una flor delicada con fuerza, ¿verdad? El mismo principio se aplica a su mouse. Un toque suave lo ayudará a controlarlo mejor y mantenerlo funcionando correctamente por más tiempo.