* Limitaciones de la tecnología: Lograr un tiempo de acceso tan rápido requeriría técnicas y materiales de fabricación extremadamente avanzados. La tecnología actual DRAM (memoria de acceso aleatorio dinámico), incluso la más rápida disponible, es significativamente más lenta. SRAM (memoria de acceso aleatorio estático) es más rápido que DRAM, pero incluso los chips SRAM más rápidos siguen siendo un orden de magnitud más lento que 10 ns. Los desafíos incluyen minimizar los retrasos en la propagación de la señal dentro del chip, reducir la capacitancia y desarrollar transistores increíblemente rápidos.
* Consumo de energía: Tales altas velocidades probablemente conducirían a un consumo de energía increíblemente alto, por lo que es poco práctico para la mayoría de las aplicaciones. El calor generado también sería un problema importante.
* Costo: El desarrollo y la fabricación de dicho chip serían astronómicamente caros.
* Aplicabilidad limitada: Incluso si se puede lograr, un chip de memoria de 10 ns podría no ser útil para muchas aplicaciones. La velocidad de la memoria podría ser mucho más rápida que las capacidades de procesamiento de la CPU u otros componentes con los que se usaría, lo que resulta en un cuello de botella de rendimiento en otra parte del sistema. El beneficio no justificaría el enorme costo y la complejidad.
En resumen, si bien la física no evita inherentemente la creación de un chip de memoria de 10 ns, los desafíos de ingeniería y la falta de una necesidad de mercado convincente lo hacen muy poco probable en el futuro cercano. La investigación podría estar en curso en áreas especializadas que empujan hacia una memoria más rápida, pero un chip de 10 ns comercialmente viable está lejos de la realidad.