* El caso: Esta es la protección más obvia. El caso (torre o todo en uno) proporciona una barrera física contra el polvo, los impactos accidentales y el acceso no autorizado al hardware interno.
* recintos de componentes internos: Muchos componentes internos, como la CPU, la GPU y los discos duros, tienen sus propias carcasas de protección. Estas piezas sensibles de escudo adicionales por daños.
* disipadores de calor y ventiladores: Si bien es principalmente para enfriar, estos también protegen indirectamente los componentes al prevenir el sobrecalentamiento, lo cual es una causa importante de falla.
* Unidad de fuente de alimentación (PSU): La PSU regula la potencia que va a los componentes, evitando las oleadas de voltaje y los picos que podrían dañarlos.
* placa base: La placa base proporciona un entorno estructurado y protegido para que los diversos componentes se conecten y funcionen juntos. Su diseño ayuda a prevenir cortocircuitos y proporciona soporte físico.
* Protección de software (indirecta): Si bien no es una barrera física, el software y el firmware del sistema operativo juegan un papel crucial en la protección contra ataques y mal funcionamiento basados en software que podrían dañar indirectamente el hardware (por ejemplo, a través del sobrecalentamiento causado por el malware).
En resumen, es un enfoque de múltiples capas que combina barreras físicas, sistemas de enfriamiento y regulación de energía para garantizar que los componentes internos de la computadora se mantengan seguros y funcionales.