* fuerza del imán: Un imán débil, como un imán del refrigerador, es extremadamente improbable que cause algún daño. Sin embargo, un imán de neodimio muy potente podría potencialmente alterar el funcionamiento de ciertos componentes.
* Proximidad a los componentes: Cuanto más cerca del imán esté a los componentes electrónicos sensibles dentro de la fuente de alimentación (como transformadores, inductores y potencialmente incluso discos duros si están cerca), mayor será el riesgo.
* Tipo de daño: El daño no sería del simple magnetismo directamente "arruinando" las partes. En cambio, un imán fuerte podría potencialmente:
* Magnetize componentes susceptibles: Esto podría afectar el rendimiento o la confiabilidad de ciertas partes a lo largo del tiempo, causando errores sutiles o falla eventual. Esto es más probable con materiales ferromagnéticos.
* Induce corrientes de Eddy: Un imán fuerte y en movimiento rápido podría inducir corrientes de Eddy en materiales conductores dentro de la fuente de alimentación, generando calor y componentes potencialmente dañinos. Esto es menos probable con un imán estacionado.
* Daño físico componentes: Si el imán es lo suficientemente fuerte, podría lograr o desalojar componentes internos, lo que provoca daños físicos. Esto es relativamente improbable a menos que el imán sea extremadamente potente y se coloque directamente contra la fuente de alimentación.
En resumen, si bien es * posible * para que un imán muy fuerte dañe la fuente de alimentación de una computadora, no es un hecho común. El riesgo es significativamente menor con imanes más débiles o si el imán se mantiene a una distancia razonable. Los imanes de refrigerador regulares posan esencialmente no hay amenaza.