* Mayor riesgo de enfermedades respiratorias: La mala calidad del aire puede albergar virus, bacterias y moho en el aire, aumentando el riesgo de enfermedad entre los ocupantes.
* Función cognitiva reducida: La falta de aire fresco puede provocar somnolencia, dolores de cabeza y dificultad para concentrarse.
* Mayores niveles de contaminantes del aire interior: Se puede acumular gaseos de muebles, alfombras y otros materiales, creando un ambiente potencialmente tóxico.
* Síndrome del edificio enfermo: Esta condición se caracteriza por una variedad de síntomas, como dolores de cabeza, irritación ocular y fatiga, que están vinculadas a la mala calidad del aire interior.
* Estrés de calor y sobrecalentamiento: Sin una ventilación adecuada, la temperatura en la oficina podría volverse peligrosamente alta, especialmente durante los meses más cálidos.
Su empleador tiene la obligación legal y moral de proporcionar un ambiente de trabajo seguro y saludable. Debe plantear inmediatamente este problema con su empleador, departamento de recursos humanos o una autoridad relevante (dependiendo de su ubicación). Si no se aborda el problema, puede tener motivos para tomar más medidas.