1. Control de entrada/salida analógica: Los PLC pueden manejar señales continuas de sensores como termopares o transductores de presión (entrada analógica) y actuadores de control con salida variable, como válvulas con control proporcional (salida analógica). Esto permite un control preciso y matizado no es posible con conmutación de relé de encendido/apagado simple.
2. Adquisición y registro de datos: Los PLC pueden recopilar datos de varias fuentes, procesarlos y almacenarlos para un análisis posterior. Este registro de datos se puede utilizar para monitorear el rendimiento del sistema, identificar tendencias y problemas de solución de problemas.
3. Operaciones de aritmética y lógica compleja: Los PLC pueden ejecutar cálculos matemáticos sofisticados y comparaciones lógicas más allá de las simples decisiones de encendido/apagado. Esto permite implementar algoritmos de control intrincados y procesos de toma de decisiones basados en múltiples variables de entrada.
4. Comunicación con otros dispositivos: Los PLC pueden comunicarse con otros PLC, HMIS (interfaces de máquina humana), sistemas SCADA y otros equipos industriales a través de diversos protocolos de comunicación (por ejemplo, Ethernet/IP, Modbus, Profibus). Esto permite sistemas de control distribuido y permite el monitoreo y la gestión centralizados de procesos complejos.