* Sistemas redundantes: Este es el principio central. Implica tener hardware duplicado (servidores, enrutadores, conmutadores, dispositivos de almacenamiento) y sistemas de software. Si uno falla, el otro se hace cargo instantáneamente.
* Clustering: Los grupos de servidores trabajan juntos, compartiendo la carga de trabajo. Si un servidor falla, los otros continúan operando sin problemas. Los ejemplos incluyen VMware HA, Clustering de conmutación por error de Microsoft.
* Balancio de carga: Distribuye el tráfico de red en múltiples servidores para evitar la sobrecarga y los puntos de falla únicos. Si un servidor baja, el equilibrador de carga redirige el tráfico a los demás.
* Replicación y reflejo de datos: Los datos se copian en múltiples ubicaciones (a menudo dispersas geográficamente). Si una ubicación falla, la otra tiene una copia inmediatamente disponible. Se utilizan tecnologías como RAID (para redundancia local), replicación de SAN y servicios de replicación basados en la nube (por ejemplo, AWS S3, Azure Blob Storage).
* Centros de datos de redundancia geográfica/alta disponibilidad (HADC): Los centros de datos se encuentran en ubicaciones geográficamente separadas. Si un desastre ataca una ubicación, la otra continúa operando. Esto a menudo se usa junto con la replicación de datos.
* Virtualización: Permite una fácil migración de máquinas virtuales a otros servidores físicos en caso de falla del hardware.
Estas tecnologías no son mutuamente excluyentes; A menudo trabajan juntos para crear redes robustas y resistentes. Por ejemplo, un sistema geográficamente redundante podría usar la agrupación y el equilibrio de carga dentro de cada centro de datos, y la replicación de datos entre los centros. La arquitectura y las tecnologías de red específicas utilizadas dependerán de las necesidades, el presupuesto y la tolerancia al riesgo de la organización.