Así es como QoS logra esto:
* Priorización: El QOS permite a los administradores de red asignar diferentes prioridades a varios tipos de tráfico. Por ejemplo, las llamadas VOIP (que son muy sensibles a la latencia) podrían tener una mayor prioridad que las transferencias de archivos (que pueden tolerar algún retraso). Esto garantiza que las aplicaciones críticas obtengan los recursos que necesitan, incluso durante los períodos de alta congestión de la red.
* Gestión de ancho de banda: QoS puede reservar una cantidad específica de ancho de banda para aplicaciones o usuarios particulares. Esto garantiza un nivel mínimo de rendimiento, evitando que el tráfico menos importante sea abrumador de servicios esenciales. Por ejemplo, se puede asignar una aplicación de videoconferencia un ancho de banda garantizado para garantizar una transmisión sin problemas.
* Control de latencia: Algunas aplicaciones son extremadamente sensibles a la latencia (retraso). Los mecanismos de QoS pueden ayudar a minimizar la latencia priorizando los paquetes y optimizando las rutas de enrutamiento para estas aplicaciones. Los ejemplos incluyen juegos en línea y herramientas de colaboración en tiempo real.
* Reducción de jitter: La fluctuación se refiere a variaciones en el retraso de los paquetes de datos. Las técnicas de QoS pueden suavizar la jitter, que es crucial para aplicaciones como la transmisión de VoIP y videos, donde los retrasos inconsistentes pueden conducir a audio o video entrecortado.
* Control de pérdida de paquetes: El QOS ayuda a minimizar la pérdida de paquetes, lo que puede afectar severamente el rendimiento de la aplicación. Al priorizar el tráfico crítico y emplear mecanismos de corrección de errores, QoS asegura que los paquetes importantes tengan más probabilidades de llegar a su destino.
* Justicia: Si bien priorizar cierto tráfico es esencial, los mecanismos de QoS también pueden garantizar la equidad entre los diferentes usuarios o aplicaciones. Esto evita que un usuario o aplicación monopolice todo el ancho de banda disponible, asegurando así un nivel razonable de rendimiento para todos.
En esencia, QoS actúa como gerente de tráfico para la red, asegurando que los recursos correctos se asignen a las aplicaciones correctas en el momento correcto. Esto permite a una red admitir sin problemas una combinación diversa de aplicaciones, desde correo electrónico de bajo ancho de banda hasta videoconferencias de alto ancho de banda, sin una degradación significativa del rendimiento para cualquiera de ellos. Sin QoS, un entorno tan diverso probablemente daría como resultado un rendimiento inaceptable para algunas, si no todas, las aplicaciones.